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sábado, 26 de diciembre de 2015

EL MERCADILLO.

Los domingos , en los  soportales  de  la plaza Fuente  Dorada, en Valladolid,  se celebra  un mercadillo de segunda mano en el que se pueden comprar rarezas . Aunque para raros, los vendedores y compradores.

Puedes  encontrar cualquier cosa: un acordeón, dos trompetas, un violín y un saxofón, sombreros de fieltro marrón , colecciones del album Maga, muñecas sin un ojo, microscopios, monedas.

 Hay relojes, balanzas romanas, todo un desecho de cacharros oxidados puestos a la venta.

Somos restos de  cosas  que  vivieron con nosotros y que  debemos  desprendernos. Como se deshojaron los labios que nos besaron, los yoyos de  nuestra infancia, los viejos   libros que lloramos,o que soñamos...

En este mercadillo  la  gente tiene cara de tristeza y de pasar gana.Algunos  sacan a la venta algunos de sus objetos usados. A mi me da mucha  pena verlos, a los objetos, y a sus  propietarios.

Esta mañana una  señora   muy señora  vendía sus viejas botas. ¿Quién se compra eso, si no fuesen las botas  de Madame Curie?

 Un   gitano  bigotón    vendía un paraguas. Un anciana  ofrecía  una mecedora rota. Un padre , con su hijo al lado  vendía un gramófono. Alguien con cara anónima  vendía un destornillador y unos   prismáticos. 

Estos cacharros  se exhibían sobre una alfombrilla  a los pies de cada propietario, que esperaba al cliente sentado  fumando un  cigarrillo  o leyendo el   Norte de Castilla . 

Cerca un mendigo deambula  pidiendo limosna No sé quién necesita más limosna, si él de dinero,o esta gente de amistad, de alegría, de compañía.O yo, de cualquier cosa  que alguien me ofrezca.

También  yo tengo muchos cachivaches que  poner sobre una alfombra en le calle y esperar  que  alguien  compre...¿pero quién quiere los restos  de  un naufragio?   
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EN LO SECRETO: LOS LATIDOS.

4 comentarios:

  1. Soy asidua de los rastrillos siempre que puedo. Yo colecciono muñecas rusas y cosa de Cola cao. Alguna rareza o cafeteras preciosas cuyas tazas estarán en otra parte. Alguna vez he conseguido juntarlas de nuevo.
    Yo también veo esos rostros y esas tristezas, pero también saludos, risas, alguna bronca. Un motor que no para...
    Hablo a menudo del alma de mis cajas de Cola cao, de mis quecas, así llamo a las muñecas rusas, pero el alma es el que quedó impresa por sus anteriores dueños.
    Me alegro haber encontrado este blog. un saludo.
    Me quedo con esto hoy: "También yo tengo muchos cachivaches que poner sobre una alfombra en le calle y esperar que alguien compre...¿pero quién quiere los restos de un naufragio? "
    Bueno, hay gente que vamos recogiendo pedazos para darlos vida otra vez.

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