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domingo, 29 de noviembre de 2015

UNA EXPERIENCIA CON UN DIRECTIVO

De los tres años que trabajé en  una multinacional   aprendí  muchas cosas.

Cuando vi como las gastaban, los dejé, cosa que allí no gusta. Están todoel día repitiendo el mismo mantra "¡qué buenos somos, qué buenos somos!", y terminan por estar  convencidos  de ello. Aunque les  caiga la del pulpo  en sanciones por  gusaneras y encontrar algún tornillo que otro.

Recuerdo en la primera  convención a la que asistí que vacilé más  de la cuenta al director comercial, un guaperas con cara de predador, ojos afilados, nariz  aguileña, andares almohadillados, y la zarpa preparada:

- Te cuidado conmigo -me susurró mirándome al cuello.

Ese animal es el que antes de irme a Guatemala me dijo : no buscaré a nadie que te sustituya , pues estoy convencido que no encontraría  otro perfil como el tuyo Si regresas en el plazo de un año, te guardo la plaza.

Días después, un tal Daniel  me dice que firme  unos papeles. Firmo confiado ( "no encontraré  otro perfil como el tuyo"...y firmé mi baja voluntaria.

Eso me pasa  por gilipollas. Y a  ellos por hijos de puta. A cada  uno lo suyo.

Este director  comercial es de esos poderosos que  se  pasan  la  vida viendo dentaduras. Está rodeado de pelotas, y su  termómetro a la hora de fichar colaboradores es,precisamente, la cantidad de muelas que le enseña  el candidato. 

Si tiene sonrisa de conejo, malo. Si enseña los caninos, tiene un pase. Si alcanza los premolares,pues bien. Pero si el candidato le muestra las treinta y dos  piezas  dentales , la prótesis, los puentes , las  encías, el paladar,la campanilla, y la gola que le baila en el fondo del gaznate...¡premio! 

Ese es Daniel .

Este  lobo  desde que se levanta hasta que se   acuesta no hace sino  generar sonrisas de  sumisión,  de  codicia,o de traición, que también los hay.

Nacemos entre  sonrisas  ; nuestros padres, hermanos, abuelitos...

Luego las  sonrisas  escasean  a  nuestro alrededor, y algunos sólo ven las de un pobrecillo directivo de turno, cuando le enseña el colmillo gruñendo y babeando  como un mastín.

Aquella  noche que cité al principio, me pareció ver en ese hombre, además de una infinita vanidad , el brillo de su colmillo a la espera de hincármelo en la  yugular.

Se  quedó con las ganas. Cuando me llamó para decirme que me hacía un favor y  podía  seguir en la empresa salté del su tren, le hice una butifarra, y la vida  me sonrió otra vez.
  
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EN LO SECRETO: EN EL PUERTO. 

2 comentarios:

  1. A Bela Lugosi se le asocia sobre todo con su acojonante interpretación de Drácula.
    Pero hizo una interpretación que acojona todavía más:

    http://www.ideafixa.com/bela-lugosi-ja-foi-cristo/

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  2. Lo mejor es que Lugosi es clavadito al que describes.

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